Jacinto, quitando el polvo del periodismo

“El periodismo es una pasión insaciable. Nadie que no lo haya vivido puede concebir siquiera lo que es el pálpito sobrenatural de la noticia, el orgasmo de la primicia, la demolición moral del fracaso. Nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a vivir sólo para eso podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz”
Gabriel García Márquez

TEXTO: SANDRA DE LOS SANTOS

Tal vez Usted no lo sepa, pero el nombre de esta sección se debe a un texto publicado por Gabriel García Márquez titulado “el mejor oficio del mundo”, en este artículo el escritor colombiano se refiere al periodismo como el mejor oficio, ayer conocí a alguien convencido de ello.
Jacinto Rodríguez Munguía tiene 43 años y es periodista investigador, aunque el titulo puede resultar redundante, se ha especializado en análisis de archivos históricos y en acceso a la información pública.
El oficio le llegó tarde, dice, a los 25 años comenzó a escribir y de ahí no pudo dejar la pluma. Está convencido de que este es su “mejor oficio del mundo”.
-¿Nunca te has levantado de la cama diciendo por qué no puedo dejar este oficio que tan mal me trata?
-A mí no me ha tratado mal el periodismo, por el contrario, creo que es un oficio que da la oportunidad de contrastar la realidad, a veces, por el mismo trabajo, por la mañana se puede estar en un desayuno con empresarios y por la tarde en la sierra de algún lugar viendo la pobreza de mucha gente.
Jacinto Rodríguez Munguía ha escrito diferentes libros. Dedicó cinco años de su vida a analizar varias cajas guardadas en el Archivo General de la Nación sobre el movimiento del 68 y el papel que tuvieron los medios en ese entonces. Producto de ese trabajo es el libro “la otra guerra secreta: prensa y poder en los archivos prohibidos”.
El libro puede resultar incómodo para varios, habla de la labor de sus compañeros de oficio, de la forma en cómo hicieron su trabajo en 1968, desenmascara a quienes hoy se desgarran las vestiduras y dedican programas enteros a recordar el 02 de octubre cuando en su momento no fueron capaces ni siquiera de mencionar la noticia en sus medios.
Los archivos le hablan al oído, le cuentan cosas, en los grandes estantes del Archivo General de la Nación hay mucha información, que durante años, se ha querido esconder, él por azares del destino se encontró con una caja llena de documentos en el palacio de Lecumberri y no los soltó.
Para, Jacinto la historia no es algo que se vea a lo lejos y que poco o nada tenga que ver con el presente, todo lo contrario, intenta desempolvar lo que para muchos ya no es noticia, lo que es archivo muerto.
El periodista ha cursado talleres con Gabriel García Márquez, Tomás Eloy Martínez, Alma Guillermo Prieto, María Teresa Ronderos, entre otros, de ellos, asegura, ha aprendido mucho. Pero, aunque no lo dice, donde más se hace cualquier periodista es en el campo de batalla, en escribir todos los días, en pensar en la investigación siguiente, en la defensa constante del trabajo.
Jacinto dice que el periodismo es una pasión que no da concesiones, este trabajo se hizo para servir dice de forma reiterada, habla de tal forma de este oficio que uno queda convencido que no hay otro mejor en el mundo.