SANDRA DE LOS SANTOS
En Chiapas en tan solo una semana se han denunciado públicamente cuatro casos de tortura, uno de ellos en contra de un menor. Esta violación a los derechos humanos se ha dado en la misma semana en que un grupo de observadores internacionales de las garantías individuales recorrió diferentes comunidades de influencia zapatista.
Los casos de tortura fueron denunciados por la Comisión Civil Internacional de Observación de los Derechos Humanos, el Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas y las Juntas de Buen Gobierno del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
El pasado 05 de febrero Felipe Hernández Yuena junto con su hijo Pavel Santiago Hernández Hernández de seis años fueron detenidos por elementos de la Agencia Estatal de Investigación y funcionarios del Ministerio de Justicia del Estado en el municipio de Venustiano Carranza.
Según el testimonio de Felipe Hernández, fue arrestado al mediodía del 05 de febrero sin que le mostraran una orden de aprehensión, ni le permitieran dejar a resguardo a su hijo con su esposa o conocidos.
Felipe Hernández y su hijo fueron llevados a dos lugares distintos que refieren como instalaciones policíacas. El menor de edad estuvo en un separo policial, mientras su padre era interrogado sobre su actuar político y con la intención de vincularlo con el Ejército Popular Revolucionario (EPR).
“A cada pregunta un golpe en la nuca con la palma de la mano cachetas y en el estomago y como yo les contestaba que no sabia nada de lo que me estaban preguntado, los golpes eran mas duros y mas seguidos, esto duro cerca de una hora y media” cuenta el agraviado.
Después de los golpes siguieron otros actos de tortura colocándoles una bolsa de plástico en la cabeza, golpes en el abdomen y tórax, asfixia para taparle la nariz y boca y amenazas constantes de traer a su esposa e hijo.
Al detenido las autoridades judiciales lo involucran con el EPR y con la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ) en el municipio de Venustiano Carranza.
Con muestras de tortura por la tarde, el detenido fue llevado ante la Fiscalía del Ministerio Público quien le informó sobre una acusación en su contra promovida por un señor de nombre Manuel Martínez Borraz, quien no exhibe credencial de elector y ninguna referencia hacia su persona, mismo que supuestamente lo acusa de incitar a la violencia, desestabilizar al gobierno del estado, de ser el líder de la manifestación que se realizó el 31 de enero de 2008, de luchar contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y por pedir precio justo a la tonelada de maíz, lo cual a consideración del FMP configuraba el delito penal de sedición y motín. La misma Fiscal insistió en interrogarlo vinculándolo con el EPR, a lo que Felipe se negó a declarar en tanto no estuviera presente un abogado de su confianza ya que deseaba denunciar los hechos de tortura solicitando garantías a su integridad física, este derecho le fue ignorado y nuevamente fue llevado a los separos del Ministerio en donde continuó la tortura. Por otra parte y sin certeza de lo que haya ocurrido al niño Pavel, el menor refiere que en todo el tiempo de su detención no le fueron proporcionados alimentos; además de haber sido aislado de su padre, presenció la detención y sometimiento. Después de una amplia participación social de organizaciones civiles y campesinas que se solidarizaron con el caso de Felipe y Pavel, el 06 de febrero por la tarde salió en libertad bajo la figura jurídica de “reservas de ley” que aún no lo exime de la supuesta acusación.
Asimismo, en esta misma semana, los mismos centros de derechos humanos denunciaron la detención y tortura de dos bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Eliseo Jiménez y Eliseo Espinosa, padre e hijo, fueron detenidos y llevados al Centro de Readaptación Social (Cereso) de Playas de Catazaja. Ambos al momento de su liberación el pasado viernes 08 de febrero presentaron huellas de tortura.
Ambos, dice el reporte de los organismos de defensa de los derechos humanos, presentaban huellas de tortura: golpes en su anatomía, quemaduras en la espalda baja y un disparo con un arma de fuego en el pie que sufrió Eliseo Jiménez.
A inspección médica, el estado de salud de Eliseo Jiménez es delicado presentando: dificultad para respirar, tos frecuente, quemadura en la espalda, herida de bala en el dedo del pie derecho, brazo derecho inmovilizado, raspaduras en la oreja izquierda, dificultades para digerir al comer ya que lo devuelve y estado de estrés.
Los centros de derechos humanos y la Junta de Buen Gobierno también denunciaron que durante el proceso de defensa hubieron obstrucciones.
Ante estos hechos, los organismos de defensa de las garantías individuales exigieron el cese de tortura en los centros penitenciarios, castigo a los responsables de estos hechos.
También pidieron investigar la asociación de la policía estatal con miembros de la Organización Para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (OPDDIC) para amenazar, hostigar y agredir impunemente a pobladores de la región e informar las causas de la reciente liberación de Pedro Chulin Jiménez, fundador y líder de la OPDDIC, quien permanecía recluido en el penal del Amate y cuya actuación puede repercutir en un incremento de las hostilidades en las comunidades de influencia zapatista y consideraron como anticonstitucional la Ley, recientemente aprobada en Chiapas, que criminaliza la protesta.
Denuncia casos de tortura en Chiapas
Publicadas por
Periodismo sin censura
sábado, febrero 09, 2008
Etiquetas: Las no publicadas
1 comentarios:
El caso de Felipe y Pavel es una más de las arbitrariedades que se viven en Chiapas día con día en todos los ámbitos.
Qué bueno que existen maneras de difundir lo que en realidad está pasando en nuestro Estado y dejar constancia de que no todo son loas y no todo son felicitaciones y premios a un Chiapas que en la realidad, no existe, o si queremos ser optimistas, existe en muy poca medida.
Lo que las recientes reformas demuestran y lo que los hechos confirman, es que vivimos definitivamente en un Estado Policiaco, donde la manifestación de las ideas se ha convertido en un crimen y el pensamiento diferente es motivo de cárcel.
Hay que seguir promoviendo estos espacios para hablar claro y dejar constancia de la realidad que los medios no quieren mostrar.
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