El otro corazón de México

SANDRA DE LOS SANTOS

México/Distrito Federal.- El zócalo de la ciudad de México fue tomado una vez más, ahora por miles de personas ansiosas por ver un espectáculo más de “México en el corazón”, una función de luz y sonido organizado por el gobierno federal como parte de los festejos patrios.
La plancha principal del país fue invadida por vendedores ambulantes, que igual ofertan doraditas de nopales, morelianas y obleas, que orejas de micky mouse, diademas de princesas y telescopios hechizos.
En una parte del zócalo, cerca de la catedral metropolitana, hay una manifestación del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) con una pancarta que dice “Aquí nadie se rinde”, de uno de los balcones del gobierno federal cuelga una manta que apoya el movimiento sindicalista. Los sindicalistas, desde hace varios días, tienen invadido el Distrito Federal.
Es el penúltimo día en que se presenta el espectáculo -18 de noviembre- y el zócalo capitalino está invadido por espectadores, comerciantes y los manifestantes del SME. A ras de piso del zócalo está la gente de a pie, los que todavía con el uniforme de su trabajo llegaron a ver la función de luz y sonido; de los balcones de los hoteles Gran Hotel de la Ciudad de México y Majestic se asoman turistas nacionales y extranjeros a ver el show.
Un grupo de jóvenes anarco-punks –como se autodenominan- reparten fanzines sobre su forma de ver la revolución mexicana, que en nada se parece a lo que momentos después se verá reflejado en las macro-pantallas instaladas en el zócalo capitalino.
Con el sonido de unas campanas inició a las 21:00 horas el espectáculo. En las macro-pantallas aparecen personajes históricos como: Miguel Hidalgo, Josefa Ortiz, José María Morelos, Emiliano Zapata, Pancho Villa, Sor Juana Inés de la Cruz y hasta Porfirio Díaz. También se visualiza algunos escritores, pintores e intelectuales: Jaime Sabines, Octavio Paz, Sequeiros, Rivera, entre otros tantos. Las pantallas exhiben las figuras del cine mexicano, imágenes de los pueblos indígenas de México y hasta los personajes famosos de la televisión contemporánea: Paty Chapoy, “Chabelo”, “Chespirito”, “el mistico”, esto es, según el gobierno federal, la identidad del pueblo mexicano.
Durante 27 minutos el Palacio Nacional se convirtió en el centro de atención de los asistentes al zócalo. Fue vestido con efectos de pirámides, de flores, con murales de Diego Rivera, con frases históricas como: “En México como república democrática, no reelección, sufragio efectivo”, que en Chiapas, más que nunca, esta frase puede sonar revolucionaria.
Mientras Palacio Nacional era iluminado, de fondo se escuchaba música de mariachi y marimba, pero también sonidos modernos, que hasta cierto punto eran desconcertantes para los asistentes que se sentían más complacidos escuchando “cielito lindo”.
Al final Palacio Nacional se iluminó con el escudo mexicano y la frase “Viva México”, a ese grito se unieron todos: los de los balcones de los hoteles más tradicionales del Distrito Federal, los comerciantes, espectadores y los manifestantes del SME. Para todos, la frase tuvo una connotación diferente.