Palabras a propósito de la toma de protesta del Colegio de Comunicadores y Periodistas de Chiapas

Para quienes salimos todos los días a la calle en busca de la información del día; para las y los que tienen la posibilidad de estar frente a un micrófono de radio, una cámara de televisión, para quienes están, desde diferentes áreas, en algún medio de comunicación y esto significa su “mejor oficio del mundo”, hemos entendido que en esta profesión existe la necesidad de organizarnos, de reconocernos en el otro.

Los medios de comunicación permiten a la sociedad manejar información común, formarse juicios a partir de ella y actuar con base en esas reflexiones, de ahí la importancia del trabajo de los medios.

Las y los comunicadores no sólo son quienes reportan notas aisladas, tienen una hora de un programa de radio o televisión; son quienes finalmente están registrando la historia y los hechos de la actualidad, su mirada se convierte en muchas ocasiones la visión de muchos.

Mientras los trabajadores de los medios de comunicación no tengan mejores condiciones labores, en tanto esa libertad de expresión esté condicionada a las políticas del gobierno en turno, mientras no asumamos la responsabilidad de profesionalizarnos y ser mejores comunicadores; esa mirada, que se convierte en la visión de muchos, será corta, con coacciones de cualquier tipo y jamás se va a poder alcanzar la libertad de expresión, jamás lograremos vivir en lugar en donde la democracia sea una realidad y no un discurso político.

Como comunicadores tenemos muchas adversidades para realizar nuestro trabajo: salarios que no alcanzan a cubrir las necesidad de nadie, condiciones laborales cuestionables, falta de libertad de expresión; a pesar de todas estas adversidades muchos comunicadores seguimos haciendo nuestro trabajo, dispuestos a no dejar el oficio, a defenderlo; porque estamos seguros que nuestra labor es necesaria; que nuestro trabajo es valioso.

Cuando conocí del proyecto del Colegio de Comunicadores quise sumarme a él, con todo y que siempre he cuestionado las organizaciones gremiales de comunicadores, pero entiendo que sólo caminando juntos, con personas que entienden el oficio, es que vamos a lograr realmente que los medios de comunicación mejoren, que como comunicadores también mejoremos.

No podemos seguir creyendo que tenemos la calidad moral para defender a las demás personas, cuando no podemos defendernos como gremio; exigir que esté país se organice cuando nosotros no podemos hacerlo.

Más allá de las diferencias que podamos tener con la otra u el otro, en este Colegio debemos de poner en la mesa nuestras coincidencias. Todos y todas nos enfrentamos a lo mismo, luchamos contra lo mismo y en muchas ocasiones, también, queremos lo mismo.

Hace unos meses nos reunimos mujeres periodistas de diferentes estados de la república, nos juntamos para recibir un taller sobre seguridad para comunicadoras. En ese taller una de las instructoras, que obviamente, no se dedica a los medios, preguntaba con real curiosidad ¿Qué les da valor para continuar en su trabajo? y la pregunta quedó en mi cabeza ¿Qué nos da valor? De correr en sentido contrario de donde los demás salen para estar a buen resguardo; para decir en voz alta lo que muchos prefieren decir dentro de las paredes de su casa porque sólo ahí se sienten seguros; qué nos da valor de seguir en una profesión en donde pareciera se necesita vocación de suicida y entendí que lo que nos da valor es saber que nuestro trabajo es necesario en cualquier lugar en donde se quiera alcanzar la democracia y hoy a mí lo que me da valor es saber que no estamos solos, que nos reconocemos en el otro y el otra, que a partir de ahora somos varios que estamos caminando hacía el mismo rumbo.

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