Se llena de suplentes el Congreso Local

Sandra de los Santos.- De los 40 diputados locales que tomaron protesta el 16 de noviembre del 2007, solo 23 legisladores continúan en el cargo, 17 se han ido, algunos porque así lo decidieron y otros porque no les quedó de otra.
El exilio de legisladores se ha dado por igual en todas las fracciones parlamentarias. La principal razón por la que los diputados han dejado su curul es para ocupar otro cargo de representación popular o competir por él.
Los primeros en irse fueron: Magdalena Torres Abarca, Juan Carlos López Fernández, Ariel Gómez León, los tres del Partido de la Revolución Democrática (PRD); Carlos Martínez Martínez y Ovidio Cortázar, ambos del Partido Acción Nacional (PAN) así como Sami David David y Sergio Lobato García del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Los siete legisladores dejaron su dieta oficial, en ese entonces de 75 mil 114 pesos, para irse al Congreso de la Unión. Solo uno de los siete se fue dejando una iniciativa de Ley, el resto nunca propuso algo en el Congreso del Estado.
El segundo exilio, más numeroso, se dio por el proceso electoral actual, que hizo que varios diputados pidieran permiso y recientemente mandarán a llamar a sus suplentes.
Los que se fueron: Luis Darinel Alvarado Villatoro, Rafael Ceballos Cáncino, Neftali del Toro Guzmán, Martha Grajales, Juan López Girón, César Augusto Santiago, David Aguilar Solis, Agustín Peñate y José Luis Abarca.
La salida de los diputados ha llegado al grado hasta que un distrito electoral se queda sin representante. En el caso del distrito de Palenque el diputado propietario, Juan Carlos López Fernández se fue de diputado federal, y su suplente Agustín Peñate también solicito licencia, ahora no hay quien supla al suplente.
Otro de los que se fue o se tuvo que ir fue el legislador, Miguel Ángel Vásquez, quien fue desaforado a petición de la Procuraduría de Justicia del Estado.
El último en irse fue el legislador perredista, Alfredo Molina Molina, quien pidió permiso en la primera sesión del periodo ordinario.
Los diputados no lograron ni siquiera cumplir su palabra de representar a quienes votaron por ellos durante los tres años a los que se comprometieron.