Mark, pintor de paisajes urbanos

TEXTO: SANDRA DE LOS SANTOS

A Chiapas lo trajo el huracán Stan hace cuatro años, salió de las playas de Guatemala huyendo de las tormentas y se refugió en San Cristóbal de las Casas, encontró ahí la casa que andaba buscando desde que partió de los Estados Unidos, se quedó a pintar las calles de la colonial ciudad, a conocer el trabajo de las alfareras de Amatenango del Valle, se quedó a enseñar su arte.
Mark Allen Harmon tiene 37 años de edad y 28 años dedicados a ser artista plástico, es originario de Alemania, pero a los 14 años se fue a vivir a los Estados Unidos ahí estudió artes visuales, cuando concluyó la carrera decidió salir de ese país porque no logró adaptarse a su forma de vida. “Me fui a Canadá, cruce todos los Estados Unidos otra vez, llegue hasta El Salvador y Guatemala, buscaba otra casa en la que me sintiera mejor hasta que llegue a Chiapas” cuenta el artista plástico.
Viene de una familia de artistas, su abuela era pintora, sus tíos de una u otra manera están involucrados en el arte y su padre, aunque también era pintor, decidió mejor dedicarse a la historia del arte.
Mark creció con la idea que ser artista plástico era un oficio legitimo, nadie le metió ideas sobre la eficiencia de dedicarse al arte por eso descubrió su vocación desde niño y para él nunca hubo otro oficio posible.
Con las manos, Mark, es muy habilidoso igual hace una talla en madera, una pieza de alfarería, que una pintura de un paisaje urbano, aunque él se reconoce más como pintor, es lo que más le gusta y donde más técnicas ha desarrollado.
Su pintura se centra en los paisajes urbanos, esto se debe entre otras cosas, a que le gusta que las personas se sientan identificadas con su obra y muchas veces el arte contemporáneo no permite eso.
El trabajo de Mark retrata el paisaje que todos los días vemos, pero que pocas veces nos detenemos a admirar: las calles empedradas de San Cristóbal, las puertas de madera que tanto nos gustan, los grandes ventanales, las paredes de adobes que llevan años levantadas, algo tan cotidiano él lo convierte en una obra de arte.
El resto de su obra plástica es muy utilitaria, le gusta hacer cosas que se pueda tener en la mesa, en la cocina, en el comedor de la casa, pero no como un adorno más, sino como algo útil que a la vez es hermoso y único.
Además de ser artista plástico, Mark, también es docente considera que este trabajo es tan valioso como la producción de su obra. “El ayudar a formar la siguiente generación de artistas es algo tan provechoso como la propia producción de obra, es una manera también de seguir haciendo arte”.
Para Mark es importante que se logre reconocer que en Chiapas hay buena producción artística porque considera que hay muchos artistas del estado y radicados acá que están producción obras de muy buena calidad.
Para él, este oficio no se trata tanto de talento sino de disciplina, uno no se puede quedar a esperar a ver si tiene la virtud de poder pintar, dibujar o esculpir igual que otros artistas, hay que ponérselo a hacer, desarrollar técnicas, es muy probable que si no se tiene el talento, pero sí la disciplina de desarrollar las habilidades al final del día el resultado sea el mismo que la persona más prodigiosa en el arte.

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