La “otra” capilla de la Virgen de Guadalupe

Sandra de los Santos.- La galera, que amenaza con derrumbarse con los fuertes vientos que azotan por acá, contrasta con el enorme fraccionamiento recién construido. Con láminas prestadas y algunos tubos los propios creyentes católicos levantaron lo que será la capilla de la Virgen de Guadalupe en el Fraccionamiento Real del Bosque en Tuxtla Gutiérrez.
El terreno, que destinó la empresa constructora del fraccionamiento para la iglesia y el parque, es una loma llena de monte, sólo en una parte, donde está ahora la galera, se aplanó un poco y se limpió para colocar la imagen de la Virgen morena.
Debido a los constantes robos en el fraccionamiento, los fieles decidieron, prácticamente, montar y desmontar cada domingo la galera, día que se reúnen para celebrar la eucaristía, temen que lo poco con lo que cuenta se lo lleven.
Desde el pasado sábado, día en que inició la novena de los rezos de la Virgen de Guadalupe, el trabajo de armar y desarmar la galera, los creyentes la tienen que hacer todos los días y es que es a ese sitio a donde llegan las peregrinaciones.
En esta capilla no hay intermediarios de Dios, aún no hay sacerdote y por ello los propios fieles son los que ofician la misa, leen la biblia, elevan plegarias para agradecer todo lo ofrecido, pero también pedir salud, justicia, igualdad social, las mismas demandas que enarboló Jesucristo.
Aún faltan algunos días para el 12 de diciembre y la imagen de la Virgen de Guadalupe, que está en la capilla, ya está llena de flores, no hay ni siquiera floreros dónde colocarlas, una que otra veladora, que tarda más en lograrse encender que el tiempo que le lleva al viento apagarla.
La imagen de la Virgen de Guadalupe, que está en la capilla de Real del Bosque, es igual de peregrina que las otras tantas que van de un lado para otro por éstas fechas, la diferencia es que esta imagen lo hace por necesidad, no puede quedarse en el lugar que está destinado para ella porque corre el riesgo de ser robada.
Tal vez en todas las iglesias del país exista una imagen de la Virgen de Guadalupe, pero no todas tienen como patrona de su iglesia a la “morenita del Tepeyac”. En Real del Bosque así lo decidieron, fue el agradecimiento de cientos de familias que por primera vez tienen un patrimonio. Por ahora, saben que su fe no está en un lugar de altos muros y hermosos vitrales, sino en sus corazones y acciones, en el acto de amor de montar y desmontar una capilla, de soportar el frío, de solidarizarse con la otra y el otro, de donar lo poco que tienen para que la Virgen de Guadalupe cuando peregrine sea por la necesidad de llevar su bendición a los hogares y no, por no tener un lugar donde estar.

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